- La Fiscalía formalizó al imputado por homicidio simple y conducción bajo los efectos de cocaína, tras embestir con su auto a la víctima luego de una discusión de tránsito. La defensa apeló a la prisión preventiva pero la Corte de Apelaciones la confirmó.

La Corte de Apelaciones de Temuco confirmó hoy la medida cautelar de prisión preventiva para Omar Eduardo Muñoz Tripailaf, imputado por el delito de homicidio simple y conducción bajo la influencia de sustancias estupefacientes, luego de un hecho ocurrido el pasado 5 de julio en plena Avenida Caupolicán, en Temuco, que le quitó la vida a un joven de 25 años.
Según la investigación de la Fiscalía, ese día el imputado tuvo una discusión de tránsito con la víctima, Francisco Javier Durán Millahuán, quien se desplazaba en motocicleta. Ambos detuvieron sus vehículos y se enfrentaron brevemente. Luego, el joven motociclista retomó la marcha hacia el sur, pero fue seguido por Muñoz, quien lo alcanzó e impactó por la parte trasera con su automóvil a gran velocidad, provocándole la muerte en el lugar.
Muñoz, quien es conductor profesional, dio positivo a cocaína en el examen toxicológico y continuó su marcha tras el atropello, colisionando un segundo vehículo.
Según el fiscal Luis Arroyo, luego del siniestro, “al momento de practicarse los exámenes de rigor por funcionarios de Carabineros, específicamente la colemia al conductor del vehículo, esta arroja un resultado de cero, sin embargo, se realiza también la prueba del narcotráfico para ver o determinar consumo de drogas y este arrojó positivo para el consumo de cocaína”.
“Son elementos científicos que hoy nos permiten sostener que el imputado, el autor, el conductor del automóvil se desempeñaba bajo los efectos de una sustancia estupefaciente o psicotrópica, como lo castiga la ley de tránsito, sin embargo, la postura de la Fiscalía, que es nuestra teoría del caso, se sostuvo en el Tribunal y también en la Corte de Apelaciones para mantener la prisión preventiva que inicialmente se decretó en contra del imputado, es que aquí había una intención dolosa”, aseveró Arroyo.
Para la Fiscalía, no se trató de un accidente, sino de una acción intencional: el imputado habría aceptado el riesgo de causar la muerte. Por ello, fue formalizado por homicidio simple y conducción bajo los efectos de estupefacientes, y el tribunal decretó su prisión preventiva por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad.
El plazo de investigación se fijó en cuatro meses.